Sri Lanka, Asia tranquila. 3ª parte


Nuwara Eliya está rodeada de un paisaje de ensueño, estamos en el corazón de las tierras altas a cerca de 2ooo m. de altura y al pie del pico Pidurutalagala (2524 m.) el más alto del país. Esta ciudad fue fundada a principios del siglo XIX por un explorador ingles llamado Samuel Baker. Debido a su clima, rápidamente se convirtió en un santuario para los funcionarios ingleses. La ciudad es cómoda para caminar, la herencia inglesa está presente y hay numerosos edificios de época colonial, entre ellos el Gran Hotel, en el que nos alojamos, campo de golf…. Desde aquí se pueden realizar varias excursiones por los valles próximos para disfrutar con los paisajes de inmensos campos de té, cascadas y bosques.

Quizá la excursión más interesante sea al P.N. de Hortons Plains, situado a solo unas decenas de kilómetros. Con una extensión de unas 10000 hectáreas está compuesto por grandes sabanas y parches de bosque a una altura entre los 2000 y 2300 m. Su visita lleva implícito un madrugón respetable, pero bien merecido. Una agradable caminata de 3 horas aproximadamente por senderos bien trazados y sin grandes desniveles, nos permitió alcanzar el lugar llamado “el fin del mundo”, un acantilado de más de mil metros de desnivel, desde donde la vista se pierde en los verdes campos y en el horizonte se adivina el mar. Pese a ser hábitat de numerosas aves y mamíferos, muchos de ellos endémicos, la fauna, como suele ocurrir siempre en Asia, es prácticamente imposible de avistar, solo encontramos unos pocos ejemplares de Sambar. En cualquier caso la visita merece la pena y el paisaje es esplendido y justifica con creces el temprano despertar.

Pero esta región merece el dedicarle unos días y recorrer el valle de Bogawanthalawa, no muy lejano, aquí se puede caminar entre los verdes campos de té negro, el mejor del mundo, cubierto por nieblas. Las cascadas aparecen por todas partes, algunas de ellas son majestuosas y dignas de mención: Laxapana, Devon y St. Clair.

Nuestro siguiente destino fueron las zonas del sur de la isla y en concreto la ciudad de Katharagama. Desde Nuwara Eliya la carretera comienza un descenso rápido y los verdes campos de té dejan paso a zonas de agricultura y huerta, el clima fresco de las tierras altas se convierte en mucho más húmedo y cálido. Desde esta ciudad podremos visitar el P.N. de Yala y asistir a la puja nocturna en el templo donde se reúnen las dos principales confesiones religiosas de la isla, budistas e hinduistas, para realizar sus ofrendas.
JAM

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